Y EN NUESTRA OSCURIDAD TU MIRADA HAMBRIENTA NOS TRAGA

Tu mirada hambrienta nos traga,
y en tu mente levito concreto
entre planetas que giran profundos y brillan]
Entonces me sumerjo
en el espacio dentro de tus ojos
donde extensa y esplendorosa abstraes todo mi aliento
mientras descubro tu rostro completo.
Detrás nuestro, un cuadrado pegado en la pared
una luna se oculta y trata de girar en silencio
mientras esbozos de nubes fantasean con crear la medianoche
y solo tu, solo tu y el fragoroso ruido de tus besos
la revelan de la oscuridad
y en ese ver y solamente
la silueta de tu sombra pasa como pasa el tiempo; sin darse cuenta.
A tu lado ¿Qué es tiempo?]
Y si, tu mirada hambrienta nos traga y lo sé
porque cada vez que cierro mis ojos te veo allí.

Y TU, JAMAS VOLVERÁS A SER ELLA

Y tu
no eres ella, y aquel calor
no es señal que tengas alma]
Y te miro,
irrumpiendo sobre tu canvas ocular,
como surco, abriendose sobre la tierra.
Nuestro contacto eléctrico un interruptor para este amor.
¿Qué soy yo? Más sino; un amante apasionado menos,
un gusto de aceptable sabor a sudor una sensación a mordida,
quizás, solo soy “Placer”]
Y mientras abrupta te limpies esa boca llena de bocas
sentirás sin entender
porque me ahogo entre tus piernas.
Para mi
tu no eres ella,
y me sumerjo,
clavandote el paladar
luego estirándome dentro, mi lengua extensa remanga tus labios,
los que deshojando vuelvo espacios contorneado de narices,
estirando tu piel en cada segundo,
mientras creando torbellinos
con tres dedos,
soy el viento soy caricias,
aferrados al pico triangular ecuatorial de tu selva,
un viaje estelar al centro de tu vientre,
donde los alaridos podrán serlo todo
pero tú,
nunca podrás ser ella.]
Estoy perdido sin tus brazos,
y voy cayendo sin fin
disipando verde tu imagen.

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